Directivos de las instituciones de educación superior del sur de Nevada se están preparando para los posibles cambios el próximo año bajo el mandato del Presidente Electo Donald Trump, incluyendo amenazas de deportación masiva y esfuerzos para poner fin a iniciativas de diversidad, y lo que eso significaría para sus instituciones.
El mes pasado, el Presidente de la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV) Keith Whitfield, la Presidenta de la Universidad Estatal de Nevada, DeRionne Pollard, el Director Temporal del Colegio del Sur de Nevada, William Kibler, y el Director del Desert Research Institute, Kumud Acharya, analizaron los resultados de las elecciones durante un evento en el campus de la Universidad Estatal de Nevada en Henderson. El panel fue moderado por el Editor y Presidente de The Nevada Independent, Jon Ralston.
Segunda Administración Trump
Pollard señaló que después de la elección le preocupó lo que la victoria de Trump significaría para su institución.
El año pasado, casi el 80 por ciento de los estudiantes de la Universidad Estatal de Nevada — muchos de los cuales, según Pollard, son alumnos de color de primera generación, incluyendo estudiantes indocumentados traídos al país cuando eran niños — y cerca del 40 por ciento del personal pertenecían a un grupo históricamente marginado, según datos del NSHE.
Pollard agregó que a ella le inquietan las amenazas de Trump de realizar deportaciones masivas desde el primer día de su mandato y que estará atenta a nueva información, cómo reaccionará el estado y con qué organizaciones locales se podría asociar la universidad.
“Hemos estado desarrollando un plan basado en lo que sabemos que es verdad en este momento, trabajando con nuestros estudiantes, cuerpo docente y muchas personas diferentes dentro de la administración para tratar de estar preparados para lo que no sabemos si va a ocurrir”, explicó Pollard.
El Gobernador Republicano de Nevada, Joe Lombardo, partidario de Trump y exalguacil del Condado Clark, ha guardado silencio en cuanto a si responderá al llamado de Trump para que las fuerzas locales del orden y la Guardia Nacional apoyen este esfuerzo.
Whitfield señaló que recientemente escuchó a estudiantes de UNLV que se sienten ansiosos por los posibles cambios. Pero el funcionario escolar, quien tiene formación en psicología, dijo que ellos no se deberían preocupar demasiado por lo que no saben con certeza que sucederá y que está fuera de su control.
Los funcionarios de educación superior también abordaron los esfuerzos para frenar las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en los campus universitarios. Utah, Florida y Texas ya han aprobado leyes que prohíben las DEI.
Debido a esa legislación las universidades han cerrado centros culturales como medida de precaución para evitar infringir leyes estatales. También ha obligado a los clubes que representan a estudiantes de color a cortar vínculos con sus instituciones.
Como alguien que trabajó en Texas, Kibler dijo que, si bien las posibles directivas pueden obligar a las instituciones a realizar cambios en sus programas, eso no modificará sus valores ni su compromiso con sus estudiantes y su trabajo.