Más del 50 por ciento de los latinos de Nevada votaron durante las elecciones de 2020, la segunda tasa más alta entre los estados swing o de tendencia partidista indecisa, pero su participación sigue estando significativamente por debajo de la de votantes anglos. Así lo indica una nueva investigación del Centro para la Democracia Inclusiva de la Universidad del Sur de California (USC).

El informe publicado la semana pasada encontró que los 408,000 electores latinos de Nevada representaron casi el 20 por ciento de los votantes elegibles en 2020, pero sólo el 15 por ciento de los que realmente emitieron su voto.

Con cerca del 77 por ciento de los votantes de Nevada que emitieron su voto, la participación fue al menos un 50 por ciento mayor entre votantes anglos en comparación con personas de color. Ese año, los condados Nye y Storey tuvieron el mayor porcentaje de participación latina, seguidos por los condados más poblados de Clark y Washoe.

Según la USC, solo Florida, con una participación latina del 58 por ciento en 2020, tuvo una tasa más alta que Nevada entre los estados indecisos. Michigan tuvo la tasa más baja, con sólo el 33 por ciento de latinos que votaron en ese mismo ciclo.

La Vicepresidenta Kamala Harris ha ayudado a consolidar el apoyo latino en Nevada después de reemplazar al Presidente Joe Biden en la fórmula Demócrata, mientras que el Expresidente Donald Trump ha hecho propuestas a integrantes del Sindicato Culinario Local 226 y promovió su propuesta de poner fin a los impuestos sobre las propinas.

Una encuesta reciente de Fox News indicó que, entre los latinos de Nevada, Harris aventaja a Trump por un 13 por ciento, muy por debajo de la ventaja de 26 puntos porcentuales de Biden entre esos votantes en las elecciones de 2020 — un resultado que ha sido respaldado por otras encuestas recientes.

A pesar de participar en una cifra más alta que la de otros estados indecisos, la población latina de Nevada sigue votando significativamente menos que los votantes anglos. En 2020, al menos seis estados tuvieron un margen de victoria menor en las elecciones presidenciales que el número de latinos elegibles que no votaron.

Parte del problema es que las campañas “desfilan” en estados altamente competitivos como Nevada antes de las elecciones, pero a menudo no logran hacer un “contacto profundo” con las comunidades, dijo en una entrevista Mindy Romero, directora del Centro para la Democracia Inclusiva de la USC.

Para lograr una movilización latina más sostenida, Romero cree que es necesario que haya más fondos para organizaciones comunitarias “en la práctica” que puedan formar conexiones más a largo plazo con los votantes. 

Sin embargo, esos grupos “no tienen los recursos para satisfacer la magnitud de las necesidades”, señaló Romero. Muchos de ellos operan como organizaciones sin fines de lucro y, por lo general, dependen de donaciones y fondos gubernamentales para sobrevivir.

Las campañas suelen basarse en “modelos de votantes probables”, explicó Romero, para determinar a qué votantes dirigirse. Sin embargo, estos “votantes probables” tienden a ser mayormente anglos y con mayores ingresos, por lo que el impacto electoral de las personas de color y de quienes tienen menores ingresos puede ser subestimado.

La campaña de Harris dijo a The Nevada Independent que ha abierto nuevas oficinas locales en Nevada en áreas donde la mayoría de los habitantes son latinos, y que ha utilizado esos espacios para organizar talleres bilingües de educación financiera y noches de cine familiar. La campaña indica que inició esas iniciativas en marzo, meses antes de que Biden se retirara de la contienda.

La campaña de Trump no respondió a una solicitud de comentarios.

“Si hubiera inversión y movilización, muchos más latinos y votantes de color tendrían una voz más grande y representativa en el electorado”, dijo Romero.



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