De acuerdo con un reporte reciente de la Oficina de Recuperación de los Estados Unidos, Nevada solo tendrá una reducción del 7 por ciento en su asignación de agua en 2024 — en comparación con el 8 por ciento que recibió este año — debido a las condiciones actuales de sequía.
La asignación anual de Nevada para el Río Colorado es de 300,000 acres-pie — suficiente agua para cubrir 300,000 campos de fútbol con un pie de agua.
La oficina pública da a conocer informes mensuales del vital líquido, pero los administradores del agua rastrean el reporte de agosto porque determina los niveles de operación para el Lago Powell y el Lago Mead según las pautas operativas de 2007 para los embalses, así como los Planes de Contingencia de Sequía de la Cuenca Baja.
En otras palabras, dicho informe hace un cálculo de la elevación del Lago Mead para el próximo enero y usa esa información para determinar asignaciones futuras.
“Con los actuales esfuerzos de conservación, el sur de Nevada está en buen estado. Pero un buen año húmedo en la cuenca del Río Colorado no cambia las perspectivas a largo plazo”, dijo John Entsminger, gerente general de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada. “El futuro es más caluroso y seco debido al cambio climático y los usuarios de agua en todos los sectores deben usar menos para que podamos establecer una capacidad de recuperación a través de una mayor eficiencia del agua”.
Después de un invierno histórico, el flujo no regulado al Lago Powell durante julio fue de 1.05 millones de acres-pie — el 109 por ciento del promedio de 30 años entre 1991 y 2020. El pronóstico de flujo no regulado para agosto de 2023 para el Lago Powell es de 0.43 millones de acres-pie, casi el 114 por ciento del promedio de 30 años.
“La precipitación superior al promedio de este año fue un gran alivio y, junto con nuestro arduo trabajo para la conservación del sistema, tenemos tiempo para concentrarnos en soluciones de sostenibilidad a largo plazo que se necesitan en la cuenca del Río Colorado. Sin embargo, el Lago Powell y el Lago Mead — las dos represas más grandes de los Estados Unidos y las dos unidades de almacenamiento más grandes del sistema del Río Colorado — permanecen en niveles históricamente bajos”, señaló en un boletín la Comisionada de Recuperación, Camille Calimlim Touton.
Sumados, el Lago Mead y el Lago Powell representan el 36 por ciento de su almacenamiento total.
En 2024, la Oficina de Recuperación espera liberar 7.48 millones de acres-pie del Lago Powell, que se encuentra río arriba del Lago Mead.
Se anticipa que la elevación del Lago Mead alcance los 1.065,27 pies el 1 de enero, unos 10 pies por debajo de lo que activa la escasez de la Cuenca Inferior de 1,075 pies y unos 25 pies por debajo del desencadenante del plan de contingencia por sequía, que es de 1,090 pies.
Las condiciones de operación estarán vigentes hasta que se finalicen las pautas de la Declaración de Impacto Ambiental Suplementario (SEIS) de la Oficina de Recuperación. Esta dependencia está analizando las alternativas propuestas por SEIS, incluida una reducción voluntaria de 3 millones de acres-pie por parte de California, Arizona y Nevada hasta fines de 2026, cuando caducan las pautas operativas.
Durante las recientes dos décadas, los nevadenses han disminuido en un 31 por ciento la cantidad de agua que utilizan del Río Colorado. El año pasado, utilizaron 224,000 acres-pie de agua.