Este reporte fue editado para brevedad a partir de su versión original en inglés.

En su visita más reciente al Estado de Plata, el Expresidente Donald Trump prometió a los habitantes de Nevada un alivio en sus recibos de luz, describió una ofensiva radical contra la inmigración ilegal y calificó el 5 de noviembre como el “día de la elección más importante en la historia de nuestro país”.

“Estoy poniendo todo en juego para luchar por ustedes, y también les pido una sola cosa: Voten. Salgan y voten”, dijo Trump en Reno el viernes por la noche, enfatizando que la votación por correo ya está en marcha en Nevada y que es importante elegir a los Republicanos en todos los niveles “para cambiar nuestro país rápidamente”.

En el discurso, que abarcó varios temas, Trump también criticó a la Vicepresidenta Kamala Harris y enfatizó su mensaje sobre la economía, prometiendo reducir a la mitad los precios de la energía eléctrica.

Trump también abordó el tema de los huracanes que han azotado la Costa Este en semanas recientes, los cuales han dejado una destrucción ambiental y generado preguntas sobre qué candidato presidencial abordaría los desastres naturales de la mejor manera.

A raíz de las tormentas, la administración del Presidente Joe Biden se ha centrado en combatir la desinformación, advirtiendo que la retórica de Trump podría generar temores infundados de que el gobierno no está trabajando para abordar la crisis.

El Expresidente Donald Trump dirige un discurso durante un evento en el Grand Sierra Resort en Reno el 11 de octubre de 2024. (Trevor Bexon/The Nevada Independent)

Apoyo a perforaciones y fracturación hidráulica

Trump se basó en una promesa que ha estado haciendo para reducir a la mitad los costos de energía de los estadounidenses en el primer año de asumir el cargo, un compromiso que, según observadores, atrae a consumidores que están batallando con la inflación, pero que puede estar fuera del control del exmandatario para lograrlo.

El expresidente también prometió que en el primer día de su mandato liberaría “la energía estadounidense”, añadiendo que el país tiene “oro líquido bajo nuestros pies” y que hay potencial para la independencia energética a través del fracking, un proceso de perforación y extracción de petróleo y gas de formaciones rocosas.

Trump también acusó a Harris de querer prohibir el fracking y “todo lo que tenga que ver con los combustibles fósiles”.

En 2019, como senadora, Harris dijo que prohibiría dicha práctica, pero cambió su posición desde que se unió a Biden para la contienda del 2020.

Trump también criticó la iniciativa del gobierno de Biden de promover vehículos más limpios. En marzo, el gobierno de Biden implementó una norma que podría aumentar las ventas de vehículos eléctricos asequibles y que los autos a gasolina fueran solo el 29 por ciento del mercado de autos nuevos en 2032.

Aunque Trump calificó la iniciativa como un “mandato descabellado” que él eliminaría, la norma no impone directamente cuotas para vehículos eléctricos.

Partidarios del Expresidente Donald Trump después de un evento en el Grand Sierra Resort en Reno el 11 de octubre de 2024. (Trevor Bexon/The Nevada Independent)

Reforma migratoria y fronteriza

Trump se centró en la inmigración, un tema que muchos votantes dicen confiar más en Trump que en Harris, y agregó que casi 20 millones de personas cruzaron la frontera durante la administración Biden-Harris.

Sin embargo, verificadores de argumentos han dicho que la fuente de los datos de Trump “no está clara”. Informes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE.UU. indican que, desde 2021, agentes de todo el país han tenido más de 7.3 millones de encuentros con migrantes que intentaban cruzar ilegalmente al país.

Trump también prometió fortalecer la frontera y procesar y aplicar la pena de muerte “a cualquier migrante que mate a un ciudadano estadounidense o a un funcionario encargado de hacer cumplir la ley”.

Como parte de una ofensiva contra la inmigración ilegal, el exmandatario dijo que “agruparía a miembros de pandillas de inmigrantes ilegales” y los encarcelaría o expulsaría del país “hasta que no quede ni uno solo”.

La penalidad para cualquiera que regrese, dijo, sería automáticamente 10 años de cárcel sin posibilidad de libertad condicional.

“No queremos que regresen”, dijo Trump.

El reportero Eric Neugeboren colaboró ​​con esta nota.



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