Con el fin de los beneficios públicos creados durante la pandemia y los altos precios de los alimentos, funcionarios están haciendo sonar la alarma acerca de un número creciente de ancianos en Nevada que están pasando hambre.

Beth Martino, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro de seguridad alimentaria Three Square, y Marie Baxter, de Caridades Católicas del Norte de Nevada, dijeron que la inflación y la reducción de beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) o estampillas para alimentos, están contribuyendo a dicha situación.

“Creo que la crisis en los ancianos es verdaderamente una especie de pandemia silenciosa”, afirmó Baxter, cuya organización ofrece despensas, entregas de comida a domicilio y otros servicios. “Y la inseguridad alimentaria es sólo una pequeña parte … también hay muchas personas sin escrúpulos que se aprovechan de los ancianos que son vulnerables”.

Baxter señaló lo anterior en una reunión reciente donde agencias estatales discutieron cómo sus respectivos programas están abordando el empeoramiento de la crisis de inseguridad alimentaria que está afectando a nevadenses que son adultos mayores.

Más de 35,000 nevadenses de 60 años o más y casi 44,000 nevadenses de 50 a 59 años enfrentaron inseguridad alimentaria en 2021.

Ancianos afroamericanos y latinos de Nevada tenían desproporcionadamente más probabilidades de enfrentar inseguridad alimentaria en comparación con la población de adultos mayores en general.

Esa situación fue casi cuatro veces más probable para habitantes afroamericanos de la tercera edad en Nevada, y tres veces más probable para los latinos de Nevada, según Sarah Rogers, de la División de Salud Pública y Conductual de Nevada (DPBH).

Adultos mayores que padecen inseguridad alimentaria consumen menos cantidades de los nutrientes clave que necesitan y tienen “más probabilidades de desarrollar problemas de salud crónicos”, agregó Rogers.

Personas de 60 años o más con una discapacidad tienen dos veces más probabilidades de enfrentar inseguridad alimentaria que aquellos sin una discapacidad. Los adultos de 50 a 59 años con una discapacidad tienen tres veces más probabilidades de enfrentar inseguridad alimentaria que aquellos que no la padecen.

Lo que están haciendo las agencias gubernamentales

En 2023, la DPBH actualizó su Plan Estratégico de Seguridad Alimentaria, cuya implementación será supervisada por el Consejo del Gobernador sobre Seguridad Alimentaria.

Aunque el seguro médico para personas de bajos recursos Nevada Medicaid brinda atención a 1 de cada 3 nevadenses, Kirsten Coulombe, jefa de servicios sociales de la División de Políticas y Financiamiento de Atención Médica, dice que Medicaid sólo ofrece servicios alimentarios a quienes “no pueden preparar u obtener comidas nutritivas sin ayuda”, lo que “no necesariamente [incluye] a todos los ancianos”.

Las comidas de Medicaid están limitadas a dos por día, ya sea con opción de desayuno y almuerzo o con opción de almuerzo y cena.

Actualmente, la División de Bienestar y Servicios de Apoyo está trabajando en una exención para comenzar a aceptar por teléfono solicitudes de estampillas para alimentos y un programa de comidas en restaurantes que permite a ancianos, discapacitados y personas sin vivienda usar sus tarjetas electrónicas de beneficios en restaurantes participantes.

Three Square se coordina con bibliotecas públicas para ofrecer comida caliente entre semana, un programa que también brinda a los adultos mayores la oportunidad de socializar.

Three Square, que presta servicios en los condados Clark, Lincoln, Nye y Esmeralda, también administra un centro de llamadas en el que adultos mayores y otras personas pueden obtener transportación de parte de Three Square sin costo alguno.

Baxter, de Caridades Católicas, señaló que esa organización además ofrece despensas de alimentos, entregas a domicilio, y un programa gratuito de modificación del hogar o reparaciones específicas que ayuda a adultos mayores a permanecer en su casa por más tiempo, entre otros.

Los ancianos pueden visitar las despensas de Caridades Católicas dos veces al mes y recibir una caja de alimentos de 65 libras cada vez que acuden allí. El programa de entrega a domicilio consiste en vacunas y controles de salud y bienestar.

Baxter indicó que, para inscribirse y obtener beneficios federales, los adultos mayores se deben reunir con un especialista en inscripción de beneficios de Caridades Católicas para ayudarlos a cubrir sus necesidades financieras.



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