Cuando Kamala Harris visitó Reno y Carson City en los primeros días de su campaña presidencial en 2019, elogió mucho a Nevada, su estado vecino al este de su entidad natal, California.
La visión de Harris de la relación entre ambos estados siempre ha sido familiar. El sentimiento, para muchos Demócratas de Nevada, es mutuo — al menos hacia Harris.
Delegados y funcionarios Demócratas del estado se apresuraron a respaldarla cuando el Presidente Joe Biden se retiró de la carrera presidencial. También votaron unánimemente para prometerle sus votos en la Convención Nacional Demócrata.
La Senadora Demócrata por Nevada Catherine Cortez Masto, quien conoció a la ahora vicepresidenta hace 15 años en California y trabajó con ella en el Senado, elogió el largo tiempo que ha invertido Harris en el Estado de Plata.
“Ella entiende lo que necesitan las familias trabajadoras de Nevada, debido a su relación con Nevada a lo largo de los años y su participación trabajando no sólo conmigo, sino también entendiendo la singularidad de los dos estados del oeste”, dijo Cortez Masto en una entrevista.
Durante los 11 meses en los que estuvo activa su campaña 2020, Harris visitó Nevada 10 veces y organizó 27 eventos con varios grupos, lo que la convirtió en una de las visitantes más frecuentes en la campaña por el Estado de Plata.
Harris ha visitado Nevada seis veces en lo que va del año y 14 veces desde que asumió el cargo de vicepresidenta.
En los últimos cuatro años, la vicepresidenta ha estado en Lake Mead para hablar sobre el cambio climático, ha visitado sindicatos, el este de Las Vegas para un evento con votantes latinos, y en la Universidad de Nevada, Reno para hablar sobre el aborto.
¿Esa cercanía se reflejará en las urnas en noviembre?
Jeremy Hughes, un estratega Republicano quien fue director regional del Pacífico para la campaña del Expresidente Donald Trump en 2020, no lo cree así — especialmente porque Harris no viene con su propia organización, sino que hereda el equipo de campaña de Biden en Nevada.
Pero los partidarios de Harris aseguran que cuando se trata de Nevada, la vicepresidenta se ha esforzado por hacerse presente ante una amplia gama de votantes.
De resultar electa, Harris sería la primera presidenta de la costa Oeste desde Ronald Reagan y la primera presidenta Demócrata del oeste de las Montañas Rocosas, lo que significa que esa perspectiva le da a Harris experiencia con temas — principalmente ambientales — que afectan a California y Nevada.
Los Demócratas confían en que la edad y raza de Harris atraigan al electorado de Nevada — uno de los más jóvenes y diversos de los estados que no tienen una tendencia partidista definida.
Incluso Hughes, el estratega Republicano, no estuvo en desacuerdo.
“Todo el mundo está asumiendo en términos generales que [debido a que] ella es más joven, es una mujer de color, le irá mejor con votantes más jóvenes y personas de color”, dijo Hughes. “No creo que sea una suposición incorrecta”.
Pero el reto será activar a esos votantes.
El personal de Harris sólo tiene casi 100 días para cambiar los promedios de encuestas que han mostrado que Trump va ganando en Nevada por casi 6 puntos porcentuales, promedio que se basa en encuestas contra Biden.
La campaña de Harris espera que la coalición que los Demócratas de Nevada han construido durante décadas y que Biden ganó en 2020, pueda favorecer a su causa una vez más.
“Como nos recordó el gran Harry Reid, si puedes ganar en Nevada, puedes ganar en cualquier lugar”, dijo Harris en enero durante un evento en el este de Las Vegas.