Este reporte ha sido editado para brevedad a partir de su versión en inglés.
Cuando la Vicepresidenta Kamala Harris reemplazó al Presidente Joe Biden para encabezar la contienda por la presidencia en julio, los Demócratas en Nevada estaban eufóricos.
Algo tenía que cambiar. A lo largo del año, el Expresidente Donald Trump — que nunca había ganado en Nevada en dos intentos anteriores — le llevaba la delantera a Biden con márgenes significativos en las encuestas.
Es probable que la victoria de Trump en el Estado de Plata sea de poco más de 3 puntos porcentuales, una diferencia de 5.5 puntos con respecto a 2020. Ese margen separa la diferencia entre lo que encontraron las encuestas cuando Biden encabezó la lista y el empate técnico que se calculó con Harris en la carrera.
La campaña de Harris hizo una diferencia, pero estrategas y funcionarios electos de la clase política de Nevada coincidieron en que factores de la contienda, como la inflación, el atractivo de Trump entre los votantes de la clase trabajadora y la impopularidad de Biden, favorecieron a los Republicanos.
La estrategia correcta de la campaña de Trump se enfocó exclusivamente en los electores poco propensos a votar.
Un estratega Republicano familiarizado con la campaña, que prefirió no ser identificado para hablar con franqueza, señaló que la variedad de temas le dio a la campaña una gran oportunidad de sacar provecho. Para eso, representantes Republicanos estuvieron en contacto constante con esos votantes.
Los temas que predominaron fueron los mismos que Trump planteó en su campaña — frustraciones con la economía, inquietudes sobre la inmigración y temores en torno a la seguridad pública. El estratega Republicano dijo que eso fue particularmente común entre personas que trabajan en el Strip o franja hotelera de Las Vegas, incluyendo integrantes de sindicatos.
Con una apertura allí — y con la promesa de Trump de terminar con los impuestos a las propinas — los Republicanos pudieron convertir el escepticismo sobre la economía de Biden en votos para Trump.
Los estrategas coincidieron en que Nevada tiene un nivel relativamente bajo de participación política y una gran población de votantes indecisos.
Por primera vez en este ciclo, los registrados como no partidistas superaron en número a los votantes de cualquiera de los dos partidos y, combinados con los registrados en terceros partidos, terminaron siendo más del 30 por ciento del electorado.
La Congresista Demócrata por Nevada, Susie Lee, que ganó en un distrito clave del Condado Clark a pesar de la victoria de Trump, lo expresó de forma concreta:
“Se puede hablar hasta el cansancio acerca de las causas de la inflación”, dijo Lee. “Pero cuando las rentas suben y la gente no las puede pagar, y el precio de los alimentos aumenta, y los salarios no les alcanzan para pagar mes tras mes, eso es lo que les interesa”.
Harris ganó en el Condado Clark, pero el margen demostró por qué una victoria a nivel estatal era imposible. Hasta el sábado, Harris había ganado cerca del 50 por ciento de los votos en el Condado Clark, el peor desempeño de un candidato presidencial Demócrata desde 1996.
También hubo menos participación en Clark, mientras que la votación superó el 80 por ciento en ocho condados rurales.
Expertos de ambos partidos también dicen que los fundamentos del Condado Clark — con un electorado compuesto en su mayoría por una clase trabajadora y sin estudios universitarios — contribuyeron al resultado. Mientras Harris mejoró su posición entre votantes con estudios universitarios, Trump mejoró entre los electores latinos y asiático-estadounidenses de las islas del Pacífico, que en conjunto representan cerca del 30 por ciento de la población votante.
El estratega Republicano Jeremy Hughes y otros creen que una gran parte de los nevadenses siguen siendo votantes sin tendencia política, que no tienen una identidad partidista definida.
El resultado sugiere que esos votantes fueron persuadidos con éxito — y que la campaña de Trump fue eficaz en atraer a quienes eran poco probables de votar.
Lee señaló que pensaba que Harris estuvo en una posición “prácticamente imposible” en cuanto a tratar de diferenciarse de Biden, el blanco de la molestia de muchos votantes con respecto a la economía y la frontera.
Lee agregó que el mensaje Demócrata sobre la economía nunca se comunicó con claridad y que la frontera estuvo mal administrada hasta que una orden ejecutiva este año redujo el número de cruces ilegales.
Pero los estrategas de ambos partidos advirtieron que no se debe asumir que ahora Nevada es un estado Republicano. George W. Bush ganó el estado en 2000 y 2004 — y luego el Estado de Plata no votó por un Republicano en la carrera presidencial durante los siguientes 20 años.
Es una corriente, no una ola
A pesar de que Harris perdió en Nevada, los Demócratas tuvieron éxito en elecciones menores.
Ted Pappageorge, secretario-tesorero de la Unión Culinaria, indicó que “la conclusión es que ganamos a lo grande”, citando el éxito de los Demócratas en las elecciones al Congreso y en muchos de los distritos legislativos clave.
Él cree que el mensaje Demócrata — y el enfoque de la vicepresidenta en temas cotidianos — fue acertado, pero que ella se vio en desventaja al tener apenas unos meses para hacer campaña, mientras que Trump tuvo cuatro años.
Los Republicanos también sugirieron que, en las contiendas por el Congreso, se vieron perjudicados por la baja calidad de los candidatos. El hecho de que Trump sea Trump siempre hará que voten los electores que sólo llenan la sección presidencial de la boleta, pero argumentaron que, a futuro, mejores candidatos podrán sacar provecho de algunos cambios fundamentales que están pasando en el Condado Clark.
La participación en las elecciones del 5 de noviembre fue mayor que en el pasado — pero, como resultó, esos fueron exactamente los grupos con los cuales Harris perdió el apoyo que necesitaba.
En el futuro, añadió el oficial Republicano, los Demócratas deberán hacer un mejor esfuerzo para comunicarse con los votantes de la clase trabajadora, sin los cuales el éxito electoral en Nevada es imposible.
Susie Martinez, secretaria ejecutiva y tesorera del sindicato AFL-CIO del Estado de Nevada, indicó que, a pesar de la derrota de Harris, “la máquina Reid sigue viva y funcionando”, en referencia a la operación política creada por el fallecido Senador Demócrata por Nevada Harry Reid que ha establecido mayorías Demócratas.
Harris, agregó Martinez, tuvo un mejor desempeño con los integrantes del sindicato local de la AFL-CIO en este ciclo que el de Biden en 2020.
Aunque Martinez está decepcionada por la victoria de Trump — y particularmente preocupada por lo que la amenaza de una deportación masiva podría significar para la base latina del sindicato — ella espera que la AFL-CIO pueda abogar con éxito cuando Trump asuma el cargo y la Legislatura de Nevada inicie su sesión de 2025.
“Estaremos listos para el reto y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para luchar”, dijo Martinez.
Las reporteras Tabitha Mueller e Isabella Aldrete contribuyeron para esta información.