La Junta de Contratistas del Estado de Nevada (NSCB) se entera todos los días acerca del problema que representan las estafas de puerta en puerta para la venta de paneles solares.

Casi el 20 por ciento de las quejas que se presentan ante esa junta, que otorga licencias y regula a contratistas de esa industria, está relacionado con estafas en paneles solares. Eso llevó a dicho organismo a crear una “Unidad de Investigaciones Solares”.

La junta también busca que el mensaje llegue a más consumidores. Eso incluye que el público sepa cómo solicitar un programa que supervisa la junta y que puede ofrecer ayuda financiera a víctimas de estafadores.

La instalación de paneles solares en el techo puede representar un ahorro en recibos de luz al permitir generar energía solar en casa y luego vender el exceso de electricidad a la empresa de servicios públicos a precio de mercado.

Dave Behar, director ejecutivo adjunto de la junta, dijo que los estafadores de paneles solares prometen reembolsos y descuentos a los propietarios de casa. También les dicen que todo su consumo de energía desaparecerá si compran un sistema — promesas que a menudo no se cumplen y dejan a los compradores a la deriva.

La junta de contratistas se reúne con empresas nombradas en denuncias que han perjudicado a propietarios de viviendas. También ha hecho investigaciones penales en colaboración con las autoridades.

En abril de 2024, un gerente de una empresa de paneles solares de Las Vegas fue arrestado y acusado de haber robado casi $250,000 dólares durante los últimos dos años a propietarios de vivienda que son adultos mayores. La compañía nunca realizó un trabajo en sus casas.

Behar dijo que, al elegir contratistas que no tienen buena reputación ni licencia, los propietarios terminan en manos de alguien que “hace [un trabajo] para el cual no está lo suficientemente capacitado”.

El funcionario agregó que los consumidores pueden verificar si alguien es un contratista autorizado visitando el sitio de internet de la NCSB.

En la sesión legislativa de 2023, el Senador estatal Demócrata Fabian Doñate patrocinó el proyecto de ley (SB293) que agregó más protecciones para compradores de sistemas solares en techos.

Doñate dijo que el proyecto de ley se creó luego de descubrir que no solo un miembro de su familia había sido víctima de una estafa de paneles solares, sino también varios habitantes de la comunidad que representa.

“Cuando empecé a indagar, [las estafas solares] resultaron ser probablemente uno de los mayores problemas que enfrenta nuestro estado”, indicó Doñate.

Las protecciones para los consumidores derivadas de la SB293 incluyen un período de gracia de tres días para cancelar un contrato y que cualquier persona que venda un panel solar trabaje para la empresa de paneles solares.

Doñate dijo que descubrió que varias compañías de paneles solares utilizaban contratistas independientes categoría 1099, lo que resultó en “muchas acusaciones entre la compañía solar que contrató a esos empleados 1099 y los trabajadores 1099 que ya ni siquiera estaban en el estado”.

Stephen Hamile, director de operaciones del proveedor de energía solar para techos Sol-Up, indicó que, si bien es imposible dar un precio exacto de paneles solares y su instalación, los compradores deben esperar que el presupuesto calculado para un sistema de 10 kilovatios esté entre $25,000 a $30,000.

Un sistema de 8 kilovatios podría costar entre $20,000 y $25,000, aunque “realmente depende de la calidad del equipo y del proceso de instalación”, dijo Hamite.

Demasiado tarde

Los esfuerzos para frenar las estafas de paneles solares llegaron demasiado tarde para Mario Danilo Cordoba, un jubilado de 72 años de Las Vegas.

Cordoba comentó que, en marzo de 2023, una empresa llamada Flex Energy Solar le ofreció una instalación de paneles solares que le pareció “muy atractiva”. Dicha empresa le dijo a Cordoba que tendría que pagar por separado $116 por mes a una financiera llamada Good Leaf.

Según Cordoba, la empresa de servicios públicos NV Energy envió un correo electrónico a Flex Energy Solar solicitando hacer algunos ajustes, pero ahora Flex Energy no le responde a Good Leaf, NV Energy ni a Cordoba.

Cordoba dice que, aunque le ha estado pagando a Good Leaf desde junio de 2023, Flex Energy “nunca completó su trabajo para conectar el servicio”.

El consumidor argumenta que, al parecer, Good Leaf fue “cerrada” y que se siente estafado.

The Nevada Independent también intentó comunicarse con dicha empresa, pero su sitio de internet no funciona y su número de teléfono se dirige a un buzón de voz.



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