Dan Lazzaro lucía una gran sonrisa un sábado reciente después de ganar $156 dólares en una máquina tragamonedas del Primm Valley Resort. El habitante de Buellton, California, dijo que prefiere los juegos más viejos, aquellos que tenían carretes giratorios.
Justo en la entrada del centro comercial que está junto al casino, una familia animaba en voz alta a un miembro del grupo que intentaba ganar un muñeco en una máquina atrapa juguetes. La jugadora no tuvo éxito, pero su risa hizo eco en todo el lugar.
Esa fue parte de la actividad en una tarde dentro de Primm Valley, uno de los tres complejos turísticos de la pequeña comunidad de juegos y área de descanso en la frontera entre Nevada y California.
Dicho casino, que alguna vez fue un destino vibrante a unos 40 minutos al sur de la franja hotelera o Strip de Las Vegas, no volvió a abrir más de la mitad de sus habitaciones después de la pandemia y los ejecutivos están pensando cómo se puede distinguir de la competencia en Las Vegas y casinos tribales del sur de California.
También se han eliminado todos los juegos de mesa del casino. Sólo quedan 300 máquinas tragamonedas.
El centro comercial, que en su apogeo a principios de la década de 2000 tenía unas 100 tiendas, ahora se reduce a una gran tienda de segunda mano.
“En la década de 2010, Primm siempre estaba lleno de clientes”, dijo la amiga de Lazzaro, Melissia Rogers, quien comentó que visitó Primm muchas veces los fines de semana durante las últimas dos décadas.
Ahora la experiencia es diferente.
“Es sólo una escala en nuestro camino al Strip”, agregó Rogers.
En diciembre, la compañía Affinity Gaming, que administra los casinos Primm Valley, Buffalo Bill’s y Whiskey Pete’s, anunció que este último cerraría de forma temporal como “un paso inicial en la reestructuración de Primm Valley Resorts”.
Scott Butera, director ejecutivo de Affinity, comentó que la empresa planea cambiar la percepción de Primm, que incluye Primm Valley, Buffalo Bill’s y Whiskey Pete’s.
Buffalo Bill’s es la única propiedad cuyas 1,242 habitaciones siguen en funcionamiento.
Affinity ha centrado las operaciones de Primm en Buffalo Bill’s, que alberga el Star of the Desert Arena, con capacidad para 6,000 personas. El casino fue remodelado en los últimos dos años con nuevas máquinas tragamonedas y restaurantes, incluido un bufet.
¿Dónde invertir?
En el lado opuesto de la Interestatal 15, mientras tanto, Whiskey Pete’s parecía ser una idea adicional a principios de diciembre.
Unos cientos de máquinas tragamonedas seguían funcionando cerca de la entrada, pero esa tarde en particular, una pareja del sur de California, que regresaba a casa después de visitar Las Vegas, era la única clientela del casino. Las 777 habitaciones de dicho hotel no estaban en uso.
Pero la pregunta es cómo puede competir el mercado con los casinos tribales del sur de California.
“¿Cuál es el mejor lugar en el que podemos invertir nuestro capital? Con el mercado actual, ¿tiene sentido mantener abiertas las tres propiedades? Tal vez no”, señaló Butera. “Estamos analizando esa posibilidad. Queremos crear una verdadera razón para que la gente salga de la carretera y visite el lugar”.
Star of the Desert Arena atrae clientes
La principal atracción para las visitas nocturnas en Primm Valley es la arena. Con grandes presentaciones musicales orientadas al mercado hispano del sur de California, se pueden ofrecer habitaciones durante esos fines de semana tan ocupados.
Aún así, Affinity está tratando de determinar si el mercado requiere 2,600 habitaciones de hotel.
“¿Tiene sentido tener tres grandes complejos turísticos en Primm?”, se preguntó Butera. “Tal vez sea mejor que nos concentremos en Primm Valley y Buffalo Bill’s y los hagamos lo más agradables que podamos”.
Su predecesor planteó preguntas similares hace dos años, ya que Primm fue uno de los últimos mercados de juego del sur de Nevada en resurgir después de la pandemia.
Antes del anuncio del jueves, Butera dijo que el objetivo final es “adaptar el tamaño adecuado” al mercado de Primm, incluso si eso significa cerrar una propiedad de forma permanente.
“Nuestros clientes tal vez quieran nuevos servicios de comida y bebida, tiendas y un enfoque continuo en el entretenimiento”, dijo Butera. “Eso podría ser mejor que solo tener otro hotel abierto”.
