Oficialmente, la Vicepresidenta Kamala Harris visitó Las Vegas el miércoles para apoyar la victoria de la fuerza laboral organizada y se reunió con miembros del Local 226 del Sindicato de Trabajadores Culinarios en su sede.
Acompañada por la Secretaria de Trabajo en funciones, Julie Su, la delegación Demócrata de Nevada en el Congreso y el liderazgo culinario, Harris felicitó a los miembros del sindicato por sus exitosas negociaciones contractuales con los principales empleadores hoteleros incluidos Caesars, Wynn y MGM International, que lograron dar a los trabajadores un aumento salarial acumulativo del 32 por ciento.
Harris también encabezó una defensa del trabajo organizado como la “columna vertebral de la fuerza de nuestra nación”.
Extraoficialmente, la visita de Harris es la más reciente en una serie de eventos de campaña que tendrán lugar en Nevada mientras ella y el Presidente Joe Biden se preparan para la reelección.
Si bien no mencionó por su nombre al probable oponente de Biden, Donald Trump, ni habló acerca de la próxima contienda, Harris hizo una distinción entre los estilos de liderazgo de ambos candidatos — y cuáles tienen una tendencia sindical.
Unos 250 asistentes al evento del miércoles llenaron la sede del sindicato para el discurso de Harris, un evento que inició con mariachi.
“El presidente nunca ha tenido reparos en decir que los sindicatos construyen la clase media”, dijo en entrevista Yvanna Cancela, ex directora política del sindicato culinario y quien ahora es asesora principal en la Casa Blanca. “Y creo que su compromiso ha creado un entorno en el que los trabajadores se están organizando y están ganando”.
La Casa Blanca calcula que se han agregado 239,000 empleos en Nevada y que empresas privadas han invertido más de $8 mil millones de dólares desde enero de 2021.
Los principales logros legislativos de la administración Biden (la Ley Bipartidista de Infraestructura, la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley CHIPS y Ciencia) buscan estimular la manufactura nacional y la creación de empleo a través de inversiones federales que favorecerán proyectos con acuerdos laborales.
También, el Departamento de Trabajo restauró el estándar salarial predominante para los trabajadores en proyectos de construcción federales, incluida la planificación de la línea ferroviaria de alta velocidad desde Las Vegas hasta el sur de California.
Esas medidas le han valido a Biden el respaldo de varios sindicatos importantes, incluyendo la Unión Culinaria y su poderosa estrategia de salir a tocar puertas durante ciclos electorales.
En 2022, los encuestadores culinarios se atribuyeron el mérito de haber tocado 1 millón de puertas, una cifra que, según dijeron en ese momento, “logró” la carrera actual por el Senado de la Demócrata Catherine Cortez Masto.
Mientras estuvo en el cargo, la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Trump apoyó a empleadores en sus esfuerzos por categorizar a los trabajadores como contratistas independientes y relajó el estándar para que los empleadores desmantelaran los sindicatos de trabajadores existentes, provocando la ira de líderes sindicales.
Trump y Biden se enfrentaron en el tema laboral en septiembre, cuando ambos visitaron Michigan en medio de la huelga de United Auto Workers: Trump visitó un taller automotriz no sindicalizado para asestar un golpe a Biden sobre su adopción de los vehículos eléctricos, mientras Biden instó a los trabajadores de la UAW a mantenerse firmes en sus demandas.
Encuestas de salida de las elecciones de 2020 muestran que los hogares sindicalizados se inclinaron marcadamente a favor de Biden sobre Trump: un 58 por ciento contra 39 por ciento. Sin embargo, sólo el 19 por ciento de los votantes reportaron formar parte de un hogar sindicalizado.